Unas ovejas para una despedida

Las anfitrionas se decantaron por un bizcocho de vainilla relleno de crema suave de chocolate y todo adornado con fondant. Este calor es terrible para trabajar con fondant…. Una tarta pequeña, por lo que no podía ser muy recargada.
Temí por su vida en el traslado de la tarta, pero al final llegaron sanos y salvos a su destino, bien asegurados para no caerse al vacío :-)) La ovejita estaba emocionada por recibir la flor de su prometido (quise escenificar la pedida de mano), y el chicarrón de pelo en pecho se alegraba por el “sí quiero”.
Ambos conjuntaditos con el lazo rojo a modo de pajarita en el caso masculino y lazo de pelo en el femenino. ¡Deseo que les haya gustado!